jueves, 29 de mayo de 2008

DESDE MI VENTANA

He regresado al pueblo a pasar una temporada para cuidar de mi madre (tiene 94 años y no se encuentra bien. En un principio no me seducía la idea de ese enclaustramiento, ya que por su impotencia me adsorbe todo lo que puede, pero de momento no lo llevo mal.
La ventana del comedor de mi casa tiene delante la torre de la Iglesia y la montaña de la “umbría” (que maravilla) cuando me asomo parece que al respirar tomo oxigeno y percibo el olor a pino y es que la vista te hace gozar de la belleza natural, añorada en el asfalto de la gran ciudad.
El pueblo ha crecido y la vida de sus habitantes también ha cambiado. La consejería de Cultura de Castilla la Mancha ha financiado, un aula de Cultura, un Teatro, Auditorio y Biblioteca y ha organizado una red de teatros, música y danza por toda la provincia.
La Alcaldesa también se preocupa de promocionar la vida de las mujeres, asociación de amas de casa ,que se reúnen regularmente y disfrutan de talleres, conferencias, viajes
También el arreglo de calles, (enladrilladas y limpias) porque donde pasaban burros y mulos ahora pasan motos y coches. Tan bien dos casas rurales que el Ayuntamiento alquila a familias que desean pasar unos días a disfrutar del paisaje y tranquilidad del pueblo.

Ya no hay pregonero que anuncie los acontecimientos extras del pueblo, sino que el Ayuntamiento ha mandado instalar unos altavoces en el campanario de la Iglesia y con un solo aviso todo el pueblo queda enterado. En concreto, el pueblo ha progresado y esto me alegra.