
El pasado mes fue mi cumpleaños, fue un día muy especial para mí por mi parte no pensaba celebrarlo ya que era día laborable. Yo pensaba pasarlo sola y hacer lo que toca ese día pilates, piscina, uni… pero mis hijos(en secreto) tenían otros planes.
Se presentaron por la mañana en casa sin avisar, a felicitarme personalmente, “J. Ramón vino en avión desde Sevilla” después nos fuimos de compras y al regresar a casa improvisamos una rica comida (parecía Navidad).
Hablamos de todo un poco y el tiempo pasó volando, hacia varios años que no comíamos solos los cuatro, J. Ramón, Trini, Javi y yo. Mis hijos que ese día me dieron una gran alegría y es que cuando nos hacemos mayores nos sobra todo, solo necesitamos el cariño de los nuestros.
Al terminal la jornada cada uno se fue a su casa. Yo quedé feliz y agradecida por ese gran regalo de pasarlo en compañía de los que más quiero, MIS HIJOS.